
Hoy es 3 de Enero de 2019, me encuentro retomando actividades y organizando los proyectos para este año que viene. Este año será un año decisivo para muchos y para mi será un año donde habrán finales y nuevos inicios. Tengo mucha emoción y muchos nervios, no les miento, pero estoy feliz porque los nuevos retos que vienen son increíbles y mágicos. Como les he dicho siempre, ser Docente es algo que me apasiona y que siempre es una experiencia diferente, ya que todos los grupos que he tenido son muy distintos y cada clase es una nueva aventura. Por el lado de mi Maestría, ya comenzaré con mi cuarto y último semestre, escribir la Tesis. Eso también me emociona bastante, aunque también tengo algo de susto, pero sé que todo saldrá como debe salir porque es el deseo de mi Alma y sé que será todo un éxito la culminación de ese proceso. Siempre he sido una persona que trata de terminar lo que empieza y sobre todo, con el estudio, que es algo valioso para el desarrollo de mi vida. No por el dinero que eso me pueda generar, si no porque me encanta aprender cosas nuevas y porque también tengo un deseo enorme de explorar los temas de universo femenino del pasado… creo que por eso me metí a estudiar Historia. A su vez, porque quiero dejar algo en el mundo y no pasar desapercibida… eso lo tenemos los capricornianos, por cierto.
Ahora bien, esta nueva foto que ustedes ven en este post, es una nueva persona que está lista para emprender un nuevo camino. He dejado muchas cosas atrás que no resonaban con mi Alma, con mi existencia. Estoy dispuesta a cambiar muchas cosas en este 2019 y una de ellas es dejar el miedo a ser Madre. Sí como lo leen… uno de mis grandes deseos es ese. No me presiono para ello, no lo hago porque me lo pide la «biología», no lo hago porque ya voy a cumplir 37 años, lo deseo porque el Alma me lo pide y porque sé que ese ser quiere venir hacer parte de la vida de mi compañero y la mía. Ser Madre es también una elección, pero también hace parte de un plan más grande que está más allá de una vida en este mundo. He podido con muchas cosas en esta vida, ¿por qué no ser Madre? ¿Cuál es el miedo?, bueno esto es un reto para mi, que siempre he sido una persona tan estructurada y tan metódica en mi vida… es tiempo de cambiar y es tiempo de dejarme llevar por lo que dicta mi Alma. Apenas se cumpla ese deseo se los haré saber tan pronto se cumpla.
Otro de los grandes retos de este 2019, es dejar el miedo a brillar. Aunque siempre les he dicho que brillar es lo que nos hace humanos, yo también he tenido miedo a eso, a brillar. A veces, creemos que ser humildes es escondernos y no es así. Hay que dejar que lo que el corazón desea expresar se debe ver en nuestras actividades diarias, así quizás a otros no les guste o no les agrade, pero eso no nos debe de importar. Y ese es otro reto que tengo este año, con el cual los invito a que también lo asuman en su vida para este 2019. Dejar que el corazón hable porque a partir de ahí, el Alma habla y así es más bello vivir esta experiencia que llamamos Vida.
Bueno, aquí les dejo otras palabras para esta semana. Espero que resuenen con lo que escribo y que sea de su agrado. Comparto mi vida porque sé que al compartirla, puedo llegar a alguien quien necesite de apoyo o pueda conectarse consigo misma. Cuando compartimos nuestros miedos, nuestras dudas o inquietudes, podemos soltar oscuridad y dejar que más luz entre a nuestras vidas.
Nos vemos en el próximo post!