Hola queridos seguidores! ¿Cómo van con esa primera semana de Enero después de las festividades?, por mi lado les confieso que me ha dado un poco duro porque energéticamente no me he sentido bien, quizás porque durante las festividades uno siempre anda de reunión en reunión y se trasnocha bastante y ya el cuerpo no aguanta tanto ajetreo social jaja. De todas formas, tengo mucha energía y propósitos para este 2019. Quizás podría mejor llamarlos, intenciones. Porque tengo varias intenciones para este año, los cuales deseo cumplir como les dije en el anterior post.
Una de esas intenciones como #RetoDeVida es ejercitar mi cuerpo, mi mente, mi espíritu y mi Alma. Algunos saben que practico Yoga, pero para mi vergüenza he sido muy inconstante y todo se puso regular cuando murió mi profe de Hatha Yoga hace un par de años. Es por esta razón que este post inicia con una foto mía en posición de meditación, ya que mi intención para este 2019 es retomar el Yoga como una actividad diaria en mi vida. Hoy 9 de Enero de 2019, me di cuenta que me hace mucho bien. Me di cuenta que mi cuerpo también lo necesitaba, casi siempre no escuchamos el cuerpo y el alma. Nos hacemos los sordos cuando algo en realidad nos hace bien y nos dedicamos a otras cosas que en la mayoría de las veces no nos alimenta ni nos nutre.
Hoy fue mi segundo día y tengo la intención de seguirlo haciéndolo, que ejercitarme se convierta en un hábito y no en una rutina. Tener hábitos y rutinas son dos cosas distintas y creo que también implementaré en mi vocabulario la palabra hábito, ya que la palabra rutina significa para mi, algo que no es divertido ni agradable, sino algo aburrido y estresante. En cambio, los hábitos nos hacen ser quienes somos y nos hacen evolucionar en cierta medida; claro eso depende que tipo de hábitos tiene cada ser humano porque hay hábitos que se convierten en rutinas peligrosas o dañinas.
Este 2019 para mi debe ser un año de crear nuevos hábitos y de centrarme en mis intenciones. Los invito a ello, a que crean sus propias intenciones, pero que sean basadas en el deseo de su corazón no en lo que quieren materialmente, sino desde su más intimo deseo del alma. Enfocarse en uno, es un hábito que debe asumirse así. Pensar en uno desde adentro hacia afuera. ¿Cómo deseo que me vea el mundo y cómo deseo que el mundo se dirija hacia mi? Ahí les dejo esta pregunta.
Nos vemos en el próximo post!
Luthien Fashion Design 